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Tengo una labradora que es un aspirador con las cacas de gatos..va un poco a temporadas y ahora menos pero todavía sigue buscando en jardines…por aquí que soléis hacer para corregir esos actos??
Respuesta
El comportamiento de tu labradora de comer heces de gato, conocido como coprofagia, es un problema común en muchos perros. Aunque puede ser desagradable para los dueños, es importante entender que para los perros puede ser un comportamiento natural.
Aquí te dejo algunas estrategias para ayudar a corregir este comportamiento:
- Supervisión y Control: Mantén a tu labradora bajo supervisión cuando esté en áreas donde pueda encontrar heces de gato. Si la ves acercándose a las heces, distrae su atención con un juguete o una orden y prémiala cuando te obedezca.
- Limpieza Regular del Jardín: Asegúrate de que el jardín esté limpio y libre de heces de gato. Esto reducirá la tentación para tu perro. No dejes que se acerque a zonas que no tienes controlado
- Entrenamiento y Órdenes: Trabaja en el entrenamiento de órdenes básicas como «deja eso» o «ven aquí». Estas órdenes pueden ser muy útiles para prevenir que tu perro coma heces si logras detectarlo a tiempo.
- Enriquecimiento Ambiental: Asegúrate de que tu labradora tenga suficiente estimulación física y mental. A menudo, los perros comen heces por aburrimiento o falta de estimulación.
- Dieta y Salud: Consulta con tu veterinario para asegurarte de que tu labradora esté recibiendo una dieta equilibrada y para descartar problemas de salud que puedan estar causando este comportamiento.
- Productos Repelentes: Existen productos en el mercado diseñados para hacer que las heces sean menos atractivas para los perros. Consulta con tu veterinario sobre estas opciones.
- Recompensas Positivas: Cuando tu labradora ignore las heces de gato o te obedezca al llamarla, prémiala con golosinas o caricias. Esto reforzará el comportamiento positivo.
- Socialización y Ejercicio: Asegúrate de que tu labradora tenga suficiente tiempo de juego y ejercicio. Un perro bien ejercitado y socializado es menos propenso a comportamientos indeseados.
Recuerda que la paciencia y la consistencia son clave en el entrenamiento. Si el problema persiste o empeora, considera la posibilidad de consultar a un entrenador profesional de perros o un etólogo canino.