La displasia de cadera es uno de los problemas más comunes en perros. De hecho, se cree que es el problema ortopédico más común en los perros, sobre todo si son de gran tamaño o razas gigantes.
Hoy te explicaremos qué es la displasia de cadera, cuáles son sus síntomas, qué opciones tenemos para tratarla y cuáles pudieran ser las causas que originan la afección, junto con algunos consejos para evitarla.
Displasia de cadera: ¿qué es?
La displasia de cadera es crecimiento anormal del hueso de la cadera, donde la rótula se ha formado de una manera menos funcional de lo que debería.
Una cadera normal conecta el hueso de la cadera con el femoral por medio de una cabeza en forma de bola, que se inserta en la cavidad de la pelvis. Un fuerte ligamento los conecta y una cápsula articular hecha de tejido conectivo resistente los rodea.
La bola se mueve suavemente sin rozar y permanece firmemente dentro de la cavidad.
En el caso de la displasia de cadera, la cavidad no está suficientemente formada para mantener la bola en su sitio y permitir que se mueva sin interrupción. Los músculos, ligamentos y tejido conectivo también pueden estar demasiado flojos para soportar el movimiento normal de la articulación.
Los músculos relajados provocan lo que se llama subluxación, en la que la rótula se separa y cambia de forma.
La displasia de cadera es el nombre que recibe la cadera que tiene una formación anormal.
Edad común de diagnóstico
La displasia de cadera rara vez se diagnostica en los cachorros antes de los seis meses de edad. Lo más común es que esto suceda entre los 6 y los 18 meses.
Un diagnóstico temprano de esta afección permite que disminuyan las probabilidades de que se desarrolle artritis en la articulación.
En algunos perros, la displasia de cadera no se diagnostica hasta varios años de edad, lo que probablemente se deba a que la enfermedad es leve. Por lo tanto, el propietario no se dio cuenta de nada hasta que la articulación anormal se volvió artrítica y empezó a causar al perro un mayor dolor y pérdida de movilidad.
Razas grandes
La raza del perro es un factor de riesgo. Esta afección se observa con mayor frecuencia en perros de raza pura de tamaño medio o grande que atraviesan un período de rápido crecimiento.
Se trata de un problema grave en algunas razas de labradores y hay que tenerlo en cuenta antes de llevar un nuevo cachorro a casa.
Síntomas de la displasia de cadera
El dolor de cadera en los perros no es un asunto sencillo. Existen múltiples razones por las que su perro pudiera tener dolor en las articulaciones, y algunos de los síntomas que aparecen a continuación no son exclusivos de la displasia de cadera.
Sin embargo, si su labrador presenta alguno de los signos que se indican a continuación, es una señal de advertencia de posibles problemas.
Los síntomas de la displasia de cadera son los siguientes:
- Movimiento empinado
- Marcha inusual
- Cojera
- Uso simultáneo de ambas patas traseras al correr
- Negación al ejercicio
- Dificultad para acostarse o levantarse
- Tropezar al agacharse para ir al baño
- Dificultad para subir escaleras
- Pérdida de volumen en los músculos del muslo
Los síntomas de la displasia de cadera en perros no suelen incluir llantos o gemidos. Serán visibles en los movimientos del perro, y no siempre con claros signos vocales de dolor.
Diagnóstico
El diagnóstico de la displasia de cadera sólo puede realizarlo un veterinario cualificado.
El cual examinará físicamente a su perro en busca de señales de displasia de cadera. Seguramente le pedirá que describa cualquier signo de problemas articulares que haya observado y cual es us estado general.
Además, puede querer tomar una muestra de sangre para evaluar el grado de inflamación de la articulación y también puede solicitar una muestra de orina para evaluarla.
A continuación, programará una cita con su perro para realizar una radiografía a sus articulaciones, para así buscar anomalías tales como cavidades incompletas en la cadera. De no poder observar con claridad el problema, te pedirán realizar un TAC al perro para poder ver en detalle el grado de la enfermedad.
Para confirmar el alcance exacto y la naturaleza del diagnóstico su veterinario también puede realizar una resonancia magnética o una tomografía computarizada
La displasia de cadera no es un diagnóstico definitivo. Hay diferentes grados y tipos de displasia, y muchos factores influirán en el tratamiento para su perro.
Tratamientos
Siempre que la afección no sea demasiado grave es posible evitar el tratamiento quirúrgico.
Si su perro es muy pesado puede ser que te aconsejen que pierda algo de peso, ya que esto reducirá la presión sobre las articulaciones. De hecho, un estudio ha demostrado que la pérdida de peso por sí sola puede mejorar los signos de cojera en un perro con displasia de cadera.
La fisioterapia y la hidroterapia son otros tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas de la displasia de cadera. Si tiene una piscina local que acepte perros, este es el lugar idóneo para hacer ejercicio.
Medicamentos
Los analgésicos y antiinflamatorios son una parte esencial del tratamiento de la displasia de cadera en labradores.
Los AINE son antiinflamatorios no esteroideos desarrollados para perros con síntomas de artrosis, que suele observarse en la displasia de cadera crónica o desarrollada.
Reducen la inflamación y el dolor y sólo pueden ser recetados por un veterinario dado que deben administrarse en cantidades y momentos específicos. También pueden tener efectos secundarios que deben tenerse en cuenta antes de administrarlos.
Si tu veterinario te orienta administrar AINE, de seguro querrá controlar regularmente la evolución y el estado de tu perro.
Los corticosteroides son otra opción que tu veterinario puede considerar, aunque son menos populares hoy en día debido a la prevalencia de otras opciones con menos efectos secundarios y mayor impacto específico.
Suplementos
Existen suplementos para tratar la displasia de cadera en perros. Sin embargo, aún se debate sobre su nivel de eficacia.
Las más utilizadas para tratamiento de artrosis son la glucosamina y la condroitina y han demostrado tener cierto impacto en la reducción de los síntomas asociados a la displasia de cadera.
La condroitina inhibe las enzimas que dañan las articulaciones y la glucosamina es un azúcar que contribuye a la reconstrucción y mantenimiento del cartílago articular. Juntos, ayudan a su perro a crear y reparar el tejido conectivo de la articulación dañada.
Intervención quirúrgica
En muchos casos de displasia de cadera, su veterinario pasará de los tratamientos que no requieren cirugía a las opciones de revisión del procedimiento quirúrgico.
Los procedimientos quirúrgicos para la displasia de cadera varían y dependen del grado y la naturaleza de la displasia de cadera de su perro. En la actualidad existen prótesis y es una operación rutinaria.
Sinfisiodesis púbica juvenil (SPJ)
Si la displasia de cadera se diagnostica a una edad muy temprana en un cachorro, una opción quirúrgica es la sinfisiodesis púbica juvenil (SPJ). Como parte de un procedimiento de SPJ, el cirujano cauteriza la parte inferior de la pelvis del perro, cambiando su forma de crecimiento para proporcionar una mejor base para la rótula.
El SPJ sólo puede realizarse en perros que están en la fase de crecimiento rápido, con menos de 5 meses de edad. Esto significa que rara vez se realiza, ya que la displasia de cadera no suele ser evidente hasta que el cachorro tiene unos meses de edad. Sin embargo, si se puede hacer, es un procedimiento mucho menos invasivo y puede mejorar la extensión de la artritis en el futuro.
Osteotomía pélvica triple
La triple osteotomía pélvica consiste en realizar tres incisiones en la cavidad articular de la cadera. Esto permite mover parte del hueso a una mejor posición. La nueva zona de rodamiento se sujeta con una placa y tornillos.
Estos métodos suelen ser eficaces en las articulaciones de los perros más jóvenes, menores de 10 meses, que aún no han sufrido artritis por su condición y cuya displasia de cadera no es muy extensa.
Se trata de una operación importante y bastante costosa, pero puede proporcionar alivio al perro y aumentar su movilidad.
Sin embargo, un estudio sugiere que ambas intervenciones tienen efectos similares en perros con displasia de cadera de moderada a grave, pero ninguno de los dos elimina por completo los síntomas de progresión de la enfermedad.
Si la displasia de cadera es extrema, puede considerarse una artroplastia total de cadera.
Artroplastia total
La artroplastia total de cadera puede ser la mejor opción para un perro con displasia crónica.
Consiste en retirar toda la articulación de su perro. La rótula dañada se extrae y se sustituye por implantes quirúrgicos, que están hechos de una combinación de metal y plástico.
Es una cirugía extrema, pero puede dar grandes resultados. Las tasas de éxito son altas y el potencial de acondicionamiento físico del perro es grande.
Alternativa a la artroplastia total de cadera
En algunos perros, no es posible realizar una artroplastia total de cadera o, por desgracia, el propietario no puede permitirse esta cirugía.
En estos casos, el veterinario puede considerar la posibilidad de extirpar la rótula de la cadera. La ventaja de esta operación es que el perro no sufrirá el dolor causado por el contacto con la rótula. Pero la desventaja es que la articulación no funcionará correctamente después.
Esta operación tampoco se recomienda en perros de más de 12 kilos.
El perro tendrá que someterse a una fisioterapia intensiva después de la operación y no recuperará la forma física completa, ya que la articulación seguirá teniendo una función limitada.
Coste del tratamiento
Desde el instante en que tu perro sea diagnosticado con esta afección, tendrás que asumir los costes durante el resto de su vida.
Los tratamientos no quirúrgicos, el control del dolor, las pruebas, los medicamentos, las consultas veterinarias y cualquier fisioterapia o hidroterapia adicional que se utilice, puede hacer que se acumulen rápidamente las facturas.
El coste de la cirugía de displasia de cadera varía en función de su veterinario y del procedimiento que considere mejor. Suelen ser muy elevado.
En España, un TAC ronda los 350€. La consulta al veterinario (necesitarás más de 2)cuesta sobre los 50€ y los condroprotectores para ciclos de 3 meses (perros de 30kg) cuestan unos 90€.
¿Qué origina la displasia de cadera en perros?
La respuesta a esta pregunta es que existen múltiples causas potenciales.
El principal es la herencia genética, aunque esto no significa que sus cachorros desarrollarán esta condición necesariamente, si no que tienen mayores probabilidades de sufrirlo. Además, habría que considerar el espectro de clasificación de la cadera, que pudiera ir desde perfectas a muy malas.
Las causas de la displasia de cadera no se limitan únicamente al factor hereditario. Existe una influencia ambiental, lo que significa que algunos perros que tienen mayores probabilidades de sufrir displasia de cadera nunca muestran signos, y otros, con una probabilidad baja, acaban teniendo problemas importantes.
Otros elementos que influyen son la dieta, la regularidad alimentaria, la masa muscular pélvica, el ejercicio y el peso.
Prevenir la displasia de cadera
La prevención de la displasia de cadera en los perros resulta importante. Especialmente en las razas más propensas a ser afectadas, o que están predispuestas a tener problemas debido a la mala calidad de las articulaciones.
Mantener un peso adecuado
Si mantiene a su labrador en un peso bajo y saludable, ayudará a reducir la presión sobre las articulaciones.
Un estudio a largo plazo de 40 labradores desde que eran cachorros concluyó que es importante no sobrealimentarlos, especialmente en las razas propensas a la displasia de cadera.
La importancia de no sobrealimentar a los labradores quedó reflejada en otro estudio sobre labradores, en el que se comprobó que una reducción del 25% en la dieta retrasaba la aparición de los síntomas de la displasia de cadera y reducía su gravedad.
Escalera y suelos resbaladizos
Algunos estudios sugieren que el uso de escaleras en la juventud puede hacer que un perro con problemas articulares sea más propenso a desarrollar displasia de cadera más adelante.
Se ha recomendado no permitir que los cachorros menores de 3 meses utilicen las escaleras para combatir este riesgo.
También se ha observado una correlación entre el suelo en el que se mantiene a un cachorro y el riesgo de desarrollar displasia de cadera. Un estudio demostró que los cachorros mantenidos en suelos resbaladizos tenían 1,6 veces más probabilidades de experimentar síntomas.
Si el suelo es resbaladizo, puede ayudar a prevenir la displasia de cadera colocando alfombras de goma en los lugares por los que el cachorro camina con más frecuencia.
Hormonas
Investigaciones recientes también han demostrado que las hormonas pueden desempeñar un papel en el desarrollo saludable de las articulaciones.
Cuando su perro está creciendo, las hormonas producidas por los ovarios o los testículos son importantes para un crecimiento saludable.
Un estudio demostró que la esterilización temprana de los cachorros de Golden Retriever macho provoca el doble de casos de displasia de cadera que los cachorros que se dejan intactos.
Por lo tanto, para ayudar a prevenir la displasia de cadera, sería una buena idea considerar la posibilidad de esperar hasta que el Golden Retriever sea un adulto completamente desarrollado para esterilizarlo, o no esterilizarlo en absoluto.
Puntaje de valoración de las caderas
La puntuación de la cadera es una forma muy valiosa de valorar la probabilidad de que su cachorro desarrolle displasia de cadera.
Son valores dados a las caderas de los padres del cachorro, que indican la calidad de las articulaciones.
Los veterinarios asignan un valor descriptivo a cada cadera. Va de excelente a bueno, medio, leve, moderado o grave. Un valor de 0: 0 es una puntuación de cadera perfecta.
Si ambos padres del cachorro tenían caderas 0: 0 es poco probable que su cachorro desarrolle esta condición. Sin embargo, la mayoría de los perros tienen al menos cierta degradación articular.
En el último estudio publicado, la puntuación media de la cadera de un labrador adulto era de 12.
¿Cómo se realiza este cálculo?
Un veterinario toma una radiografía de las caderas de un perro adulto y asigna un valor a la articulación de cada lado.
Este valor se anotará por pares, por ejemplo 6: 6.
Estos dos valores se suman para obtener la puntuación global de la cadera.
No sólo quiere que este valor sea inferior a la media de la raza, que es de 12, sino que también quiere que esté bastante equilibrado.
Así que una puntuación de cadera de 12 a 6: 6 está bien, pero una puntuación de 12 a 1:11 es más preocupante porque muestra que las caderas están desequilibradas y una es mucho peor que la otra.
Genética
La puntuación de las caderas es una cuestión de suerte genética. Como hemos mencionado anteriormente, si los padres de tu cachorro tienen buenas caderas, es más probable que ellos también las tengan.
Si va a comprar un cachorro, asegúrese de que la puntuación de la cadera se encuentre por debajo de la media de la raza y que sea bastante equilibrado en ambos lados.
Conclusiones
Si su perro ha sido diagnosticado recientemente de displasia de cadera, es comprensible que esté preocupado.
Elabore un listado con todas las dudas que le surjan y que necesita que su veterinario le responda antes de cada visita y asegúrese de que todas sus preocupaciones se abordan adecuadamente.
Si gestiona bien sus cuidados lograrás ayudar considerablemente a tu perro a tener la mejor calidad de vida posible, y a aliviar potencialmente algunos de sus síntomas.
Mantén su peso lo más bajo posible, de forma saludable y fomenta una rutina de ejercicio regular, pero pregunte a su veterinario cuál debe ser la cantidad máxima para evitar un estrés innecesario en las articulaciones.
Evita, en la medida de lo posible, subir escaleras, saltar y caminar sobre superficies resbaladizas.
Es posible que tu perro se sienta más cómodo con un colchón ortopédico de espuma viscoelástica y un cuenco elevado para alimentarse, de modo que no tenga que agacharse.
Si has comprado tu cachorro a unos padres cuya salud no ha sido comprobada y que sabes que continúan criando, sería buena idea informar amablemente al criador del estado de tu cachorro para que pueda comprobar la salud de los padres antes de decidir volver a criar.
Si su perro aún no está asegurado, puede ser una buena idea abrir una cuenta de ahorros para cubrir cualquier gasto que esta enfermedad pueda ocasionar en el futuro y hablar con su veterinario para revisar sus opciones de presupuesto.
La displasia de cadera en labradores es la enfermedad ortopédica más común en esta raza. Sin embargo, si se hace una investigación exhaustiva al comprar un cachorro y se maneja bien a su perro en crecimiento, se pueden reducir significativamente las posibilidades de desarrollar esta condición.
Si tiene alguna duda sobre las caderas o la salud general de su labrador, consulte a su veterinario local, que será quien mejor pueda aconsejarle.