Indudablemente los ladridos puede ser un gran inconveniente. Pueden convertirse en noches sin dormir, conflictos con vecinos y más.
Aquí encontrará información sobre cómo evitar que su perro ladre, y el porqué de los ladridos.
Perros que ladran todo el tiempo
Los motivos de los ladridos, independientemente de la raza del perro, pueden ser complejos.
El ladrido es obviamente un medio de comunicación, pero no es el único. Y a los perros se les puede enseñar a comunicarse sin recurrir a ello.
Curiosamente, muchos labradores rara vez ladran. Incluso mucho se preguntan ¿Por qué mi labrador no ladra a los extraños? y ¿Cómo puedo hacer que mi perro ladre cuando alguien llama a la puerta?
Si eres de los que luchan con un perro ruidoso, probablemente les parezca muy injusto. Es como si tu perro ladrara por todos los que no lo hacen.
No todos los ladridos son indeseables, hablaremos de esto más adelante. Primero, ayudaremos a los que están hartos de todo el ruido y quieren que se acabe.
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El primer paso para lograrlo es identificar por qué lo hace.
Muchas veces pasamos por alto este primer paso. Es posible que no le importe realmente POR QUÉ su perro está ladrando, siempre y cuando deje de hacerlo.
Sin embargo, lograr identificarlo es especialmente importante. El método que usaremos para que tu labrador deje de ladrar dependerá mucho de por qué lo hace.
Identificar la causa
Aquí encontrará explicaciones sobre las causas de los diferentes tipos de ladridos molestos.
De manera general existen tres tipos de ladridos a considerar cuando se trata de labradores que ladran todo el tiempo.
- Ladridos para llamar la atención
- Ladridos nocturnos
- Ladridos a los transeúntes
Veamos cada uno de ellos.
Llamar la atención
Los ladridos de atención pueden molestar mucho.
Los perros suelen ladrar sin parar en cuanto alguien se levanta, se mueve o se siente ignorado. También suelen tomar objetos, calcetines, almohadas y ladrar furiosamente si se les frena.
Todo esto forma parte de la búsqueda de atención.
Aunque no todos los cachorros tienen la misma propensión natural a hacer ruido, lo que ocurre a su alrededor a medida que crecen e incluso hasta la edad adulta tiene un gran impacto en su comportamiento futuro.
No importa si tu cachorro es ruidoso por naturaleza o no, o si lo has hecho así, el resultado final y la respuesta son los mismos.
¿Ladran mucho los Labradores? Vamos a ver lo común que es el ladrido en esta raza y cuáles son las causas más comunes del ladrido en los cachorros y en los perros adultos.
¿Qué los origina?
Los ladridos de búsqueda de atención suelen comenzar con un perro excitado o aburrido, asociados a la frustración y a una recompensa importante.
Los cachorros y los perros mayores se frustran cuando no consiguen lo que quieren de inmediato. Especialmente si ya están en un estado de excitación o si se aburren mucho.
Por otro lado, podemos estar educando a nuestro perro para que ladre mucho. El primer paso para educar a un perro que ladra para llamar la atención es premiarlo generosamente cada vez que lo hace.
Puede suceder sin que te des cuenta de ello. El perro ladra, le das comida, el perro deja de ladrar. Parece que funciona.
Pongamos atención a esto.
Puede ser muy fácil y de hecho es muy común premiar un comportamiento no deseado por error. Recuerde que no es necesario alimentar o elogiar a un cachorro para premiarlo.
Cualquier cosa que su perro encuentre placentera, incluso el sonido de su voz, puede recompensar y, por tanto, reforzar el comportamiento que lo precedió.
Por reforzar, queremos decir que es más probable que el comportamiento se repita.
Las leyes de la ciencia del comportamiento son muy claras al respecto. Las buenas consecuencias refuerzan el mal comportamiento. Siempre.
Si tu perro ladra mientras preparas la cena, le arreglas la correa para salir a pasear, hablas con un amigo o trabajas con tu portátil, y le das lo que quiere (comida, un paseo, atención), estará encantado.
Probablemente también dejará de ladrar y creerás que has resuelto el problema temporalmente.
Pero, como todos sabemos, no es el caso.
De hecho, la próxima vez que quiera algo, utilizará el truco de los ladridos para conseguirlo.
Puede ser que no quieras darle lo que quiere. Incluso, es posible que no puedas darle lo que quiere.
Pero él continúa insistiendo, y tú estás cansado de tanto ruido, así que cedes. Y antes de que te des cuenta, tienes un gran y creciente problema en tus manos.
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¿Tiene solución?
Afortunadamente la respuesta es sí. Si ha enseñado accidentalmente a su cachorro a ladrar para llamar su atención o para cumplir con sus peticiones, no se asuste.
No es difícil invertir este hábito. De hecho, es uno de los problemas de comportamiento más comunes y resulta relativamente fácil de corregir.
Pero tendrás que estar decidido. Y necesitarás el apoyo de los miembros de la familia. Si sabotean tus esfuerzos y ceden ante el perro, no llegarás muy lejos.
Estrategia de enfrentamiento
Tienes que establecer tu plan de batalla y abordar este problema desde tres ángulos diferentes
- Mejore el estado emocional de tu perro
- Enseñarle al perro que ladrar no funciona.
- Enseñar al perro que el silencio es la clave para conseguir lo que quiere.
Estado emocional
Si tu perro se encuentra sobreexcitado o aburrido será mucho más propenso a ladrar.
Si los miembros de tu familia los están volviendo locos, les ponen de los nervios y juegan con ellos bruscamente en la casa, este es el mejor momento para hablar con ellos con calma.
Igualmente, si tu perro pasa muy poco tiempo en sesiones de entrenamiento (o ningún tiempo), es posible que necesite urgentemente un poco más de tu atención y de estimulación mental.
Diez minutos, por la mañana y por la noche idealmente, dedicados a entrenarlo y a utilizar su cerebro marcarán la diferencia.
Ten en cuenta también las necesidades de ejercicio de tu perro. Los labradores son perros que necesitan mucho de esto y es fácil pasarlo por alto cuando se está muy ocupado.
Una vez hecho esto, las necesidades de tu perro en cuanto a actividades interesantes y ejercicio se encontrarán satisfechas, y a partir de aquí será el momento de empezar a invertir el hábito de ladrar y enseñar a su perro a que el silencio es lo que le recompensará.
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Lo que debe hacer
El primer paso es DEJAR de reforzar.
No le pongas el collar al perro cuando ladre para pasear. Deje de abrir la puerta cuando ladre para salir al jardín. Hazlo solo cuando esté tranquilo y recuerda hacerlo con la suficiente frecuencia para cubrir sus necesidades de baño.
Se acabó el poner la comida de tu perro en el suelo mientras te ladra. Y no le des el cojín del sofá para que no ladre en tu dirección.
Todas las recompensas deben terminar
Ten en cuenta que al inicio esto puede provocar más ladridos. Tu perro debe entender que el método tradicional para conseguir lo que quiere ya no funciona.
Debido a esto puede que se esfuerce más, por lo que debe estar preparado para ello.
Pero no cederás
Usa un marcador
Los marcadores son estímulos que le indican al perro que lo ha hecho bien.
Puedes utilizar una versión rápida de la palabra SÍ como marcador. Siempre acompaña tu marcador con una recompensa.
La recompensa será aquello que creas que quiere tu perro (como dejarle salir, por ejemplo), si es posible.
También puede ser un poco de comida.
La razón por la que necesita un marcador antes de la recompensa es que su perro puede no quedarse quieto durante mucho tiempo inicialmente.
Si no marcas el momento exacto en que deja de hacer ruido, puede que a tu mascota le cueste entender lo que quieres que haga.
Así que esto es lo que harás
- Ignora el mal comportamiento a medida que avanzas
- Prepárate para «marcar» el momento en que lo haga bien.
- Evite los desencadenantes de los ladridos y asegúrese de que las necesidades de su perro están cubiertas.
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Ignorar los ladridos
Trata de no reaccionar cuando empiece a ladrar, si reaccionas de alguna manera, puedes reforzarlos inadvertidamente.
Intenta que no ocurra nada en beneficio del cachorro mientras siga ladrando. No siempre es fácil, pero es esencial.
Aprovecha los momentos de silencio.
En algún momento el cachorro se tomará un descanso. Aprovecha este momento y márcale con una palabra (¡Bien! o ¡Sí!) y acompaña tu «marcador» con una recompensa (atención, acceso a una actividad que le guste o comida).
Eso es todo lo que puedes hacer la primera vez que ocurre.
Pero puedes prepararte de antemano para reducir las posibilidades de que se repita y para que sea más fácil controlar el comportamiento en el futuro.
Evite los desencadenantes
Piensa en las circunstancias que desencadenaron los ladridos y evítalas de ser posible.
¿Tu perro estaba frustrado porque se veía obligado a «esperar» algo? Los cachorros, por ejemplo, tienen una capacidad de atención muy corta.
Si tienen que sentarse y esperar un juguete o su comida, pueden gemir o ladrar. Coloca estos objetos fuera de la vista y el oído del cachorro para no incomodarlos.
Más adelante, a medida que avanza el entrenamiento, puedes empezar a pedir silencio en situaciones más difíciles.
Atienda las necesidades del perro
Los perros son más propensos a ladrar cuando no se satisfacen sus necesidades mentales y físicas.
Puedes darles juguetes que le gusten y que puedan masticar. Esto lo ayudará a superar los períodos de aburrimiento y lo mantendrá ocupado mientras usted come, por ejemplo.
Dividir su rutina en partes más pequeñas.
Por ejemplo, 30 minutos en la jaula, seguidos de 15 minutos en el jardín y otros 15 minutos en la casa mientras usted lo vigila, y luego repita. Es menos probable que se aburra así, a que por ejemplo esté dos horas en la jaula, una hora desenterrando cosas en el jardín y otra hora jugando contigo en la cocina.
Con un perro mayor, recuerde que debe asegurarse de que hace ejercicio y se toma el tiempo necesario para entrenar. El aprendizaje en casa no es sólo útil para cachorros y perros que se comportan mal, sino que ayuda a todos los perros a mantenerse sanos y felices.
Los cachorros ladran en busca de compañía
Obviamente, los cachorros no deben ser privados del amor y la compañía de los humanos.
Los perros que están aislados y solos pueden desarrollar el hábito de ladrar. Por lo tanto, piénsalo bien antes de dejar a tu perro afuera o solo en casa todo el día.
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Dicho esto, todos los cachorros deben aprender a pasar tiempo solos. Aunque los periodos sean cortos inicialmente. Algunos cachorros pueden empezar a ladrar cuando se les encierra en una jaula o en una habitación.
Hay cosas que puedes hacer para evitar esto. Tu perro debe acostumbrarse a la idea de que la separación o el confinamiento terminan cuando están tranquilos. Y sólo cuando están tranquilos.
A los cachorros les encanta ver a su familia. Esto nos resulta muy útil para enseñarlos a estar tranquilos.
La creación de una barrera visual fácil de cerrar entre usted y el cachorro puede ser de gran ayuda para los ladridos y los gritos. Puede imponer la barrera visual cuando el perro se comporte de forma inadecuada y retirarla cuando se comporte bien.
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La técnica de la puerta abierta
Una manera fácil para hacerlo es poner al cachorro en una jaula en otra habitación, pero colocarla de forma que pueda verte claramente cuando la puerta entre las dos habitaciones esté abierta.
Mientras haya silencio, la puerta permanecerá abierta. Si hace ruido, simplemente ciérrala.
Esta técnica puede ser muy útil cuando un perro ha adquirido el hábito de ladrar durante las comidas, por ejemplo.
Abre la puerta en cuanto se calle, y ciérrala inmediatamente si vuelve a empezar.
Descubrirá que, al principio, a menudo es necesario cerrar la puerta, y probablemente tengas que repetir esta acción varias veces. Pero lo entenderá rápidamente.
Buenos hábitos
Recuerda crear buenos hábitos y una postura tranquila desde el principio. Premie con frecuencia a su cachorro cuando esté tranquilo y relajado.
Ignore cualquier ruido; no tenga la tentación de iniciar una «conversación» con su perro que ladra.
Por último, asegúrate de programar distracciones para los momentos en los que pueda estar aburrido o excitado.
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Ladridos nocturnos
Los motivos por los que un perro ladra son diversos.
Los cachorros ladran por la noche o a primera hora de la mañana en busca de compañía, porque necesitan ir al baño o porque tienen hambre.
Los perros mayores a veces empiezan a ladrar por la noche porque están molestos y les gusta la compañía resultante, lo que desencadena el hábito de ladrar.
Algunos perros ladran muy temprano por la mañana porque ya han dormido bastante y creen que tú también.
Ladrar a los transeúntes
Este es un problema extremadamente común. ¿Cuántas veces has tenido que caminar junto a la valla de un jardín con un perro volando en paralelo a ti ladrando como un loco?
Incluso para las personas que mejor conocen a los perros, esta experiencia puede ser bastante agobiante.
Especialmente si estás en compañía de niños pequeños o con un perro nervioso.
Y si eres el propietario, esto puede proporcionarte mucha vergüenza.
Ladridos en la ventana
Esto también ocurre con los perros dentro de la casa, puedes observarlos desde sus ventanas intentando hacer lo mismo.
Suben y bajan por el alféizar de la ventana o por el respaldo de un sofá y vuelan hacia el cristal como si estuvieran a punto de romperlo.
Igual pasa con los perros en el coche.
Su perro, que suele ser muy agradable, se convierte de repente en una criatura que no puede controlar ni comprender.
Síndrome del transeúnte
Lo que ocurre en las situaciones anteriores es un fenómeno conocido como síndrome del transeúnte.
Los perros (y otros animales) aprenden nuevos comportamientos de una manera muy específica. La teoría del aprendizaje nos dice que cualquier comportamiento del perro que sea recompensado inmediatamente (en cuestión de segundos) será reforzado.
Esto quiere decir, que es más probable que ese comportamiento se repita en el futuro.
Los transeúntes están, por definición, «de paso». Aparecen y vuelven a desaparecer a los pocos segundos.
Muchos perros desconfían un poco de los extraños. Otros disfrutan del sonido de sus propias voces o simplemente les encanta correr arriba y abajo.
Si el perro encuentra esta desaparición gratificante, cosa que muchos perros hacen, todo lo que hizo antes de que la persona desapareciera será reforzado.
Y por consiguiente es mucho más probable que se repita el comportamiento. Y así, con el tiempo, y otros transeúntes. Los ladridos aumentan.
La carrera también aumenta y se vuelve más rápida.
Correr también genera excitación, y aunque el perro que corre no ladre al principio, pronto lo hará.
Ladrar y correr
Si un perro ve a los transeúntes con regularidad y se complace con su capacidad de hacerlos «desaparecer», el hábito se instalará inevitablemente.
Los ladridos y la excitación aumentan y empeoran de forma constante.
Por lo tanto, debe tomar medidas cuanto antes.
¿Cuál es la solución?
Es extremadamente difícil erradicar el síndrome del transeúnte sin eliminar el acceso del perro a los mismos.
Aunque puede recompensar a su perro por su buen comportamiento cuando estás cerca, no puedes controlar lo que harán los transeúntes, ni la reacción de tu perro ante ellos cuando no estás cerca.
Por lo tanto, la solución más eficaz es siempre eliminar el acceso visual.
Eliminar el acceso visual
Dentro de la casa, para evitar que su labrador vea la fuente de su excitación, a veces basta con cerrar las cortinas.
O limitar el acceso del perro a las zonas de la casa que dan a una calle.
En los jardines, esto es más difícil y puede requerir la construcción de una barrera visual o una valla. Si vives en una propiedad alquilada, tendrás que hablar con el propietario o levantar una barrera temporal detrás de la valla fija.
Si tiene que dejar al perro solo en el coche durante un corto periodo de tiempo, puede evitar el acceso visual de los transeúntes simplemente utilizando un trozo de cartón contra las ventanas.
Todo esto puede no parecer gran cosa, pero si crees que tu perro está empezando a desarrollar el síndrome del transeúnte, merece la pena cortarlo de raíz.
Si no se trata, puede convertirse en un problema realmente desagradable.
Sonidos
Hay perros que ladran cada vez que oyen llamar a la puerta (lo cual es perfectamente razonable si no dura demasiado).
Otros ladran cada vez que se cierra la puerta de un coche en la calle (ya no es tan razonable). O cuando se cierra una puerta en su casa, cada vez que suena un paso en el piso de arriba, o cuando se pone una taza en la encimera de la cocina (nada razonable), etc.
Si es el caso, y tu su perro ladra constantemente al menor ruido, pasos o voces, de seguro será demasiado que tolerar.
Un gran sistema para mejorar este problema es enseñar a su perro a ladrar a la orden.
Si, esta es también la parte que estabas esperando si tu perro ladra con poca frecuencia y quieres que ladre cuando aparezcan extraños en la puerta.
Este es el sistema «ladrar/no ladrar».
Enseñarlo a ladrar
El adiestramiento para ladrar y no ladrar es una técnica excelente tanto para los perros que ladran con cualquier sonido como para los que no ladran mucho.
Puede pensar que enseñar a un perro a ladrar es lo último que necesita.
Pero, de hecho, imponer el comportamiento de esta manera suele tener el efecto de disminuirlo en otras ocasiones.
Definitivamente vale la pena probarlo si tienes un perro que ladra a una reacción sonora.
Recuerda que, si tu labrador no ladra mucho, en gran parte es porque no es parte de su naturaleza hacerlo.
Podrías enseñarlo a ladrar a la orden, pero tendrás que decirle cuándo quieres que lo haga. No sirve de nada si no estás allí.
Así, por ejemplo, cuando aparezcan extraños en la puerta, una vez que aprenda la señal de «ladrar», podrá decirle a su perro que «Ladre» y, con suerte, eso alertará a los extraños de que hay un perro en la casa.
Si eso es lo que quieres.
Personalmente, creo que si tu labrador no es un perro guardián natural, probablemente sea algo bueno.
Esta no es una raza diseñada para proteger a las personas o a la propiedad, aunque algunos lo hacen, la mayoría de sus habilidades van en otras direcciones.
Ladridos nerviosos o reactivos
Por último, pero no menos importante, echemos un vistazo a los ladridos nerviosos. Algunos perros ladran por miedo o ansiedad.
Este problema surge más bien en el exterior, en el amplio mundo donde su perro tiene que encontrarse con otros perros y otras personas.
Ladrar a otros perros también puede deberse a que tu perro está sobreexcitado y quiere ir a jugar. Este es un tipo de solicitud de ladridos y se aplican las normas anteriores. No sueltes a tu perro cuando ladre furiosamente, pues de lo contrario reforzarás sus ladridos (y los empeorarás).
Evita los desencadenantes y establece objetivos alcanzables.
Los ladridos molestos no son nada fáciles. Hay varias formas de reducirlas o evitarlas, dependiendo de la razón por la que su perro las emita.
¿Has tenido algún problema con ladridos de perros? Cuéntanos tu experiencia